ESTRUCTURA Y FUNCIONES DE LOS GLOBULOS
ROJOS Y BLANCOS
Glóbulos rojos
Los glóbulos rojos (eritrocitos)
están presentes en la sangre y transportan el oxígeno hacia el resto de las
células del cuerpo.
Los glóbulos rojos, hematíes o
eritrocitos constituyen aproximadamente el 96% de los elementos figurados. Su
valor normal (conteo) promedio es de alrededor de 4.800.000 en la mujer, y de
aproximadamente 5.400.000 en el varón, hematíes por mm³ (o micro litro).
Estos corpúsculos carecen de núcleo y orgánulos (solamente
en mamíferos). Su citoplasma está constituido casi en su totalidad por la hemoglobina,
una proteína encargada de transportar oxígeno y
contienen también algunas enzimas. El dióxido de carbono es transportado en la
sangre (libre disuelto 8%, como compuestos carbodinámicos 27%, y como bicarbonato,
este último regula el pH en
la sangre). En la membrana plasmática de los eritrocitos
están las glicoproteínas (CDs) que definen a los distintos grupos
sanguíneos y otros identificadores celulares.
Los eritrocitos tienen forma de disco bicóncavo
deprimido en el centro. Esta forma particular aumenta la superficie efectiva de
la membrana. Los glóbulos rojos maduros carecen de núcleo, porque lo expulsan
en la médula ósea antes de entrar en el torrente
sanguíneo (esto no ocurre en aves, anfibios y ciertos otros animales). Los eritrocitos en
humanos adultos se forman en la médula ósea.
Glóbulos
blancos
Los glóbulos blancos o leucocitos forman parte de
los actores celulares del sistema inmunitario, y son células con
capacidad migratoria que utilizan la sangre como vehículo para tener acceso a
diferentes partes del cuerpo. Los leucocitos son los encargados de destruir los
agentes y las células infectadas, y también segregan sustancias
protectoras como los anticuerpos, que combaten a las infecciones.
El conteo normal de leucocitos está dentro de un
rango de 4.500 y 11.500 células por mm³ (o
micro litro) de sangre, variable según las condiciones fisiológicas (embarazo, estrés,
deporte, edad, etc.) y patológicas (infección, cáncer, inmunosupresión,
aplasia, etc.). El recuento porcentual de los diferentes tipos de leucocitos se
conoce como "fórmula leucocitaria" (ver Hemograma, más adelante).
Según las características microscópicas de su
citoplasma (tintoriales) y su núcleo (morfología), se dividen en:
·
Los granulocitos o células
polimorfas nucleares: son los neutrófilos, basófilos y eosinófilos; poseen
un núcleo polimorfo y numerosos gránulos en su citoplasma, con tinción
diferencial según los tipos celulares.
·
Los granulocitos o células
monomorfonucleares: son los linfocitos y los monocitos; carecen de gránulos
en el citoplasma y tienen un núcleo redondeado.
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